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¿COMO SURGE EL PODER EN UN PUEBLO PRIMIGENIO COMO EL NUESTRO?

  • Foto del escritor: Anciano Diaguita
    Anciano Diaguita
  • 5 ago 2023
  • 8 Min. de lectura

Actualizado: 11 sept 2023






Las tradiciones primigenias y la generación del poder:

Además de las normas y principios que nos llegan de otras culturas, hay principios propios de los pueblos primigenios en cuanto a la generación del poder y que encontramos también en algunos buenos intentos de diversas autoridades del pueblo diaguita, que estamos siguiendo como pueblo y que podrían llevarnos a una mayor unidad.

A continuación, daré cuenta solamente de tres formas que considero principales.


1. Las crisis espirituales de iluminado (a).


Queremos entender el concepto crisis no como algo positivo o negativo a priori, sino como un cambio esencial, brusco y profundo. Una crisis es una oportunidad que aparece y que nos plantea, al mismo tiempo, la imposibilidad de continuar viviendo como hasta ese momento lo habíamos hecho, sin que sepamos aún la dimensión del cambio ni las consecuencias que vendrán.


Bajo el concepto espiritual prefiero entender aquello que es trascendente, que va más allá de lo que entendemos como individualidad, aquello que nos conecta con el todo que nos rodea. Es necesario plantear también que una crisis espiritual no genera necesariamente siempre los efectos positivos deseables ni en lo personal ni en lo colectivo, depende cómo se viva la crisis, de los valores e intereses que esa persona haya tenido y que pudiera cambiar o mantener post crisis.

Con alguna frecuencia ciertas personas, por razones que la ciencia moderna no puede explicar sino a través de conceptos utilizados para describir patologías, obtienen conocimientos que hasta ese momento habían estado absolutamente fuera de su ámbito vital. Es el ejemplo típico de los psíquicos, canalizadores, etc.

Conozco muchos casos de profesionales (médicos, enfermeras, ingenieros, abogados, etc.) que han tenido esta especie de revelación o iluminación. Desde un punto de vista de las culturas de la nueva era se dice que para esa persona se abrieron portales, a través de los cuales pueden acceder a saberes ajenos a los que recibieron mediante su formación formal en su familia o en las instituciones educacionales[1].


La mayoría de los pueblos primigenios validan sin mayores cuestionamientos que el espíritu, manifestado en sus diferentes niveles vibracionales, busca y elige a personas para que expresen su voluntad en el plano terrenal.

Esta forma de acceder al conocimiento se convierte en algo normal, constituyente de la normalidad humana. Por eso los pueblos tienden a creer en sus “canalizaciones”, de sus chamanes, que son interpretaciones tanto de la realidad terrena como de “la voz” canalizada, sin preguntarse – la mayoría de las veces – en qué medida el canalizador incide en lo canalizado, desde qué nivel espiritual proviene la información canalizada, etc. No es lo mismo canalizar a un espíritu que está promoviendo la discriminación al interior del propio pueblo y/o el odio hacia otros pueblos, que aquel espíritu que promueve la paz interior, las relaciones fraternales entre indígenas, etc.

La persona que ha recibido ese don, en general, debería ser la encargada de cuidar el espíritu de su pueblo, de su salud en el más amplio sentido de la palabra. Si está canalizando a nivel de los Maestros Ascendidos, es muy poco probable que haya recibido el don para combatir en alguna trinchera en contra de otra donde también hay hermanos. Un guía espiritual, es como un padre – madre que debe cuidar a todos sus hijos, aunque estos sean diversos como la naturaleza misma.

Aún considerando lo anterior, la sacerdotisa, meica o machi, cua o cuo siempre estarán canalizando mensajes que son escuchados por ese oído propio, vistos por los propios ojos, etc, y por lo tanto sus mensajes serán interpretados según la particularidad de quien esa persona es: un sacerdote iluminado tenderá a canalizar expresando lo que le sucede en base a explicaciones coherentes con su religión, en cambio un físico iluminado tenderá a explicar la experiencia subjetiva en base a principios físicos, por ejemplo, de la mecánica cuántica.

Por lo tanto, la canalizadora, meica o machi deberá tener siempre en consideración el bien del otro y ejercer su poder con realista humildad: Lo deseable es que se ejerza autoridad y no poder, algo así como mandar obedeciendo y no imponiendo, practicar la seducción convincente y nunca la imposición hiriente.


2. El nombramiento del Jefe por una institución jerárquica



El hecho que el pueblo diaguita esté recién cursando una difícil fase de reencontrarse con las relaciones de colaboración y solidaridad entre las comunidades hace aún bastante difícil el surgimiento de una instancia de poder central representativa de todos O DE LA MAYORÍA de los múltiples intereses específicos de las comunidades y asociaciones.

Existen muy buenos ejemplos de organización de hermanos y hermanas en Comunidades, que se han nucleado espontáneamente por el sentirse diaguitas, más allá que la mayoría de ellas no cuente con el reconocimiento legal del Estado Chileno. Estas buenas iniciativas deberían multiplicarse, abriendo posibilidades creativas para que todos aquellos que se sientan diaguitas puedan organizarse y tener derecho a pensar y opinar sobre el destino de nuestro pueblo.


He escuchado opiniones de diaguitas que viven relativamente aislados, que no cuentan con formas de organización en la urbanidad, etc, que quisieran organizarse. Una forma temporal sería permitir que un grupo de personas que se sienten diaguitas - con o sin p.j. firmen un papel que será validado por una autoridad central – cuando la haya – y con ello se permita la participación de la mayoría en los destinos de nuestro pueblo. Al momento de escribir este artículo aún no existe esa autoridad central o nacional.


La mayoría de los encuentros inter comunidades constituyen un esfuerzo honroso inicial de acercamiento, vemos que esos encuentros se están realizando en diversas regiones y cada vez con mayor frecuencia, pero al mismo tiempo observamos que algunos de esos encuentros no hacen invitaciones abiertas, tomando medidas de distinto tipo para no invitar o dejar afuera a aquellos hermanos y hermanas que pudieran pensar distinto.


Con ello se insiste en la falsa ilusión de “ser poseedores de LA verdad” y ven como amenazante la diversidad del pensamiento humano.

En nuestro pueblo vemos que Instituciones con poder local o regional se auto otorgan el derecho a nombrar caciques o cacicas según su albedrío (lo cual no es algo malo a priori). Este puede ser un mecanismo que podría seguir ejerciéndose si hay voluntad de resolver las causas profundas que han llevado a que ocurran severos reveses en el sistema.


Dolorosamente debo reconocer como tendencia predominante, la de fortalecer el poder de las autoridades locales que tienen acceso a los conocimientos de cómo optar a programas financiados por el Estado y/o tienen contactos con autoridades con los que negocian condiciones. Nada de eso sería, a priori, negativo o positivo, si al mismo tiempo no se estuviese cuestionando o impidiendo el nacimiento de otros grupos, organizaciones o Comunidades que son vistos como potencialmente amenazantes, por las razones que sean[2], o ir a la “conquista” de nuevas comunidades con la intención que estas se sumen a las visiones localistas, en algunos casos familiares, que empoderan al clan central, pero que no están necesariamente interesadas en la formación de entidades democráticas que den cuenta del paso de los tiempos hasta el actual siglo XXI.


3. El llamado de los ancestros

En esta variante se puede observar algunos elementos similares a los de la crisis espiritual.

Sin embargo, en algunos casos, en esta variable la religión predominante de los conquistadores sigue presente. La adoración al Dios de los Católicos, a la Madre María, a los Apóstoles, Santos, Angeles y Arcángeles sigue presente y siendo determinante para el quehacer de aquellas autoridades.


Esto, en si, no es algo malo, si no fuera porque esa adoración se realiza en el marco institucional de la Iglesia que contribuyó y sigue contribuyendo al empobrecimiento de nuestras creencias y cosmovisión ancestral.

En este contexto, los ancestros están constituyéndose en verdaderos mediadores entre la autoridad terrena que ha recibido el llamado atávico y las creencias religiosas de los conquistadores, que son practicadas con mucha devoción.

Para dirimir esta contradicción habría que consultar, no a todos, sino especialmente a aquellos ancestros que se resistieron a que el conquistador les lavara el cerebro y que no se tragaron el cuento de las apariciones sagradas de vírgenes y santos, que fueron luego instrumentalizadas por una Iglesia leal a los reyes conquistadores.


¿Qué dirían nuestros mejores ancestros hoy día sobre este tema?


La espiritualidad diaguita basada en la invocación indiscriminada de los ancestros nos plantea, además, algunas otras preguntas esenciales: ¿acaso después de la muerte todo se vuelve “bueno”, es que después que desencarnan los abusadores de mujeres, violadores de menores, ladrones y traidores se vuelven automáticamente en energías cándidas, inocentes e inmaculadas?

¿Qué pasará con los divisionistas de hoy, después que partan y también se coinviertan en “ancestros?


No sabemos exactamente sobre la cosmovisión ancestral acerca de la muerte y de las otras dimensiones objetivamente existentes. Sin embargo, si solamente tomáramos en consideración la ley de la conservación de la materia en sus diferentes formas es posible que una invocación indiscriminada (que no es otra cosa que materia no particulada – energía) esté contribuyendo a la aparición de más división y de la exacerbación de odiosidades y malas prácticas al interior de nuestro pueblo y contrarias a los intereses globales de los pueblos originarios.


4. La elección democrática de la autoridad



Esta forma, siendo la que actualmente predomina en el mundo, pudiera aparecer como aquella que debería generar mayores preferencias, pues es la comunidad misma la que elige a sus representantes, y por lo mismo, hay una validación por derecho propio.


Sin embargo, también con esto algunos activistas niegan en los hechos, lo que decretan con la boca.


El caso más reciente lo constituye la (temporalmente fallida) Constitución de la “Comunidad Valle Sagrado” de Punitaqui, en donde un pequeño grupo de personas impulsó las conversaciones tendientes a buscar, entrevistar, censar y capacitar a personas en torno a la necesidad de formar una Organización Independiente y Solidaria con la causa común del pueblo Diaguita, capaz de elegir a sus representantes en forma periódica.


Fueron muchos los hermanos y hermanas que hicieron ingentes esfuerzos por conseguir su reconocimiento legal (p.j.) con la finalidad de organizarse.

La relación entre esta forma moderna de generar Comunidad y el respeto a los principios ancestrales debería garantizarse mediante un nombramiento único, de una persona que diera ampliamente garantía de ser un destacadísimo representante de nuestros valores más preciados.

Se propuso como autoridad espiritual a un destacado artesano, educador ancestral y activista social, y a su respetada compañera.


Se solicitó a diversas autoridades de nuestro pueblo firmar una carta de apoyo a los citados ancianos. Sorprendentemente ninguno de ellos firmó ese apoyo, sin que hasta ahora hayamos recibido explicaciones coherentes que expliquen tal actuar.

Como es ampliamente sabido, el sabotaje a esta iniciativa constituye un grave antecedente, que trasciende la descalificación de dos hermanos ejemplares a los que se intentó coerciones tratando de sacarles una posición a favor del divisionismo y en contra de otros hermanos, igualmente diaguitas.

Esta afrenta va más allá, pues de repetirse podría dificultar, por mucho tiempo, el proceso unitario de todo el pueblo Diaguita.

Aún, a pesar de esos vergonzosos acontecimientos, la Comunidad Valle Sagrado ha continuado adelante, al número inicial de miembros se han sumado muchas otras personas. Todos ellos siguen abiertos a conversar con quienes se equivocaron y les ofendieron.

El perdón nos libera y alivia, el olvido nos hace vulnerables







- Entre las dos formas antepuestas de poder,,, ¿por cual te inclinas? / fundamenta tu posición

- ¿Cuál sería el mejor camino para entregar el poder a las autoridades diaguitas?

- ¿Cuál es tu posición ética de restringir o sabotear el surgimiento de nuevas comunidades diaguitas a menos que ellas obedezcan a tal o cual persona o concepto propio de “verdad”?

- ¿Qué opinan sobre la generación de agrupaciones diaguitas espontáneas (5 no más personas), independientemente de que habiten en lugares distintos y que puedan tener derecho a codecidir el futuro de nuestro pueblo?

- ¿De qué forma podríamos resguardar nuestras tradiciones ancestrales sobre la generación de poder, y al mismo tiempo vivir acorde con los tiempos del siglo XXI?


[1] En otro artículo me ocuparé de contarles la experiencia con uno de mis pacientes, Manuel, y dejar planteada la pregunta de como se relacionan dos culturas tan lejanas como la de nuestros ancestros diaguitas con una de la India. [2] Véase el artículo “esta vez cerca de Perlín”, del mismo anciano autor.




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